Tensión arterial, colesterol y azúcar elevado, todo influye.
Un estilo de vida saludable beneficia al cerebro tanto como al resto del cuerpo y puede disminuir el riesgo de deterioro cognitivo (una pérdida de la capacidad de pensar bien) a medida que se envejece, según nuevas recomendaciones de la American Heart Association (AHA) y la American Stroke Association.