El ejercicio físico se asocia con un menor riesgo de adoptar conductas nocivas y podría limitar la ingesta habitual de bebidas alcohólicas, pero muchos trabajos encuentran que en los jóvenes existe una relación positiva entre la práctica deportiva habitual y la ingestión de alcohol.
El alcohol no es un componente esencial de la dieta. Su consumo es una elección personal del atleta y actualmente no existe evidencia de que su consumo con moderación y responsabilidad altere la salud y rendimiento deportivo. Continue Reading…